No cabría aquí enumerar cada uno de los adjetivos en su contra, de las mentiras que se han dicho y dicen, pero la Refinería está ahí y ha sido reconocida a nivel internacional. Reconocimiento del que también se hablará para poner en duda su validez.
Por ello no abundaremos aquí en los beneficios tangibles que la Refinería Olmeca -que es una realidad, la haya hecho quien la haya hecho- le trae hoy al país, pero sí del reconocimiento internacional de que ha sido objeto.
Fue la Asociación Internacional de Gestión de Proyectos, IPMA, quien reconoció a la Refinería Olmeca de Tabasco-México entre las mejores del mundo por la Asociación Internacional de Gestión de Proyectos.
Para mayor precisión la Refinería Olmeca de México fue calificada como el tercer mejor megaproyecto de entre 152 desarrollados en todo el mundo, resultado de su método constructivo, tecnología, tiempo de ejecución y costos.
En cada uno de los anteriores criterios para otorgar el reconocimiento a México hubo cientos de mentiras que al paso del tiempo se han ido cayendo una a una, porque ya sabe, el tiempo da la razón cuando hay verdad.
Lo malo del caso es que, pase lo que pase, con o sin reconocimientos, quienes han denostado la mega obra histórica de PEMEX y la Secretaría de Energía del Gobierno Federal, jamás la van a reconocer, prefieren seguir vendiendo la patraña de que no produce nada. En fin, que no es ese reconocimiento el que se necesita, ni el de nadie, mientras los tangibles beneficios estén a la vista, es lo importante.
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