Soy de la opinión que los veracruzanos somos exigentes en cuanto a como integran los gobernadores sus equipos de trabajo, los llamados gabinetes de funcionarios públicos, porque hemos tenido en la mayoría de los casos, equipos de súper lujo.
Rafael Hernández Ochoa formó el suyo con profesionales de la política, expertos en cada una de las áreas que les dieron para administrar y jóvenes con un claro compromiso social a los que impulsó don Rafa y entre los que se encontraban Fidel Herrera Beltrán, Dante Delgado Rannauro, Miguel Ángel Yunes Linares, Felipe Amadeo Flores Espinoza y Gonzalo Morgado Huesca, por ejemplo.
Agustín Acosta Lagunes se rodeó de ilustres servidores públicos como Ignacio Rey Morales Lechuga, y un grupo de tecnócratas de tendencias keinesianas, quienes dejaron como legado para los veracruzanos, una gran obra pública.
Y qué decir de don Fernando Gutiérrez Barrios, el juarista que logró reunir a los más brillantes veracruzanos, en cada una de las áreas de la función pública, los habilitó como servidores públicos (todos veracruzanos por supuesto) y los coordinó para construir en solo dos años el proyecto político más importante para los veracruzanos con el cual se detonaron los proyectos que colocaron a Veracruz en el primer sitio de todas las actividades de la vida pública; en la cultura, en la educación, en la obra pública, en la producción agropecuaria y, sobre todo, en la actividad política porque para él era “Veracruz, primero y siempre”.
Dante Delgado Rannauro es posiblemente quien se rodeó de lo mejor para gobernar los cuatro años que le correspondieron. En su administración se dio el lujo de contar con cuatro ex rectores de la Universidad Veracruzana: Roberto Bravo Garzón, Rafael Velasco Fernández, Carlos Manuel Aguirre Gutiérrez y Salvador Valencia Carmona; ¿Así, o mejores?
En fin que como debe ser, los gobernadores cumplían con la obligación de tener un equipo que supiera responder a las demandas de los veracruzanos que son quienes a través de sus impuestos cubren sus salarios, y de eso estaban bien conscientes los servidores públicos quienes respetaban presupuestos y todo lo que fueran fondos públicos y se esmeraban por hacer lo mejor “por amor a Veracruz”, ellos sí, y por cumplir con honestidad con su compromiso.
A partir de Cuitláhuac García Jiménez, el panorama cambió, el servicio público se convirtió en pago de favores sexuales a los “amiguis” con más cualidades físicas demostradas en el ejercicio del placer. ¿Servir a los demás?, no eso era antes porque con AMLO llegaron a apoderarse literalmente de todo, para ejercer el poder en calidad de dueños del estado y de todo lo que en él había. Y fue así que surgió una nueva clase de ricos económicamente hablando, dueños de grandes riquezas que robaron de las arcas públicas o que fueron resultado de grandes negocios que inventaron o aprendieron a hacer en medio de una inmoralidad y un cinismo inconcebibles.
Personajes como Eleazar Guerrero Pérez, primo hermano de Cuitláhuac García Jiménez, en el PRI, partido en el que militó hasta que apareció Morena, jamás hizo nada salvo colgar pasacalles, poner pendones de candidatos, acarrear sillas y armar templetes, en distintos municipios o cabeceras distritales, era su forma de ascender políticamente porque sus evidentes taras le impedían aspirar a más, él fue tres veces candidato del PRI a la alcaldía de Jilotepec y las tres veces perdió, candidaturas que le dieron por lástima, sin embargo en Morena y con su primo como gobernador consentido de AMLO, se enriqueció más que Javier Duarte. Hoy es un potentado morenista quien no tiene la menor idea de lo que es el servicio público. Y como él todos los cuitlahuistas a los que el famoso Cuícaras favoreció con cargos públicos.
Y yo me he preguntado: ¿Cuitláhuac, después de dos intentos por ganar la gubernatura, tenía un proyecto de trabajo para Veracruz, un plan de gobierno?, obviamente no, para eso lo primero que hay que armar es un buen equipo de trabajo como lo hicieron los mejores gobernadores que hemos tenido, los mejores presidentes de México, los más exitosos empresarios, en fin, quienes triunfan honestamente en la vida es porque tuvieron un buen proyecto y un buen equipo de colaboradores.
Por eso hoy ¿qué podemos esperar del gobierno actual?... nada solo lo que tenemos, funcionarios improvisados con un nivel de ignorancia supina, como el caso del señor Ernesto Pérez Astorga, a quien conozco desde que él era un jovencito y su señor padre, don Ernesto Pérez Villarreal, dueño de una exitosa empresa a quien el gobernador Dante Delgado Rannauro intentó convertir en alcalde de Xalapa, y a un servidor le pidió que lo ayudara difundiendo sus actividades como presidente de la Junta de Mejoras Materiales de Xalapa, lo que hice con gusto. Y fue cuando don Ernesto me comentó su preocupación por el zángano este que no quería estudiar ni trabajar.
Bueno pues estos son los miembros de un gabinete que no saben ni donde están porque le ponen playas donde no hay. Funcionarios que son resultado de inconfesables acuerdos, necesades de la gobernadora: porque ¡así se me pega la gana!, pero nada pensando en el compromiso social que contrajeron o a trabajar “por la grandeza de Veracruz”. ¡Ni madres, por la grandeza de sus fortunas!... Un gabinete de cascajo, de soberbios poblanos, zacatecanos, defeños, propietarios de una ignorancia y voracidad desmedidas, pero en un territorio que es de nosotros, los veracruzanos.
Fernando Padilla, el operador financiero de Adán Augusto
Si bien nadie lo sabía con precisión, para nadie es una sorpresa. Gracias a su inmenso poder –que hasta hace un año le permitía desafiar abiertamente a la presidenta Sheinbaum- el actual senador por Morena y ex secretario de Gobernación, Adán Augusto López, tejió una intrincada red de empresas, tráfico de influencias y vínculos con el crimen organizado, lo que lo convirtió en un hombre inmensamente rico.
Adán Augusto trabajó con Dios y con el diablo. Su notaría en Tabasco lo mismo sirvió para empresas y contratos fantasmas durante la construcción de Dos Bocas, de la misma forma que ya lo había hecho con factureras involucradas en la estafa maestra durante el gobierno de Peña Nieto.
Y por supuesto, esos tentáculos también llegaron a Veracruz de la mano del gobernador Cuitláhuac García -el ¿hombre? más honesto que ha conocido la historia de Veracruz, según las crónicas lopezobradoristas- y Andy López Beltrán.
Con la firma de Flavia Morales (AVC Noticias), la revista Proceso publicó este fin de semana un reportaje sobre el festín de contratos multimillonarios para Adán Augusto y sus amigos Mario Manuel Guerra Mabarak, Fernando Padilla Farfán y Carlo Padilla, vinculados también con Andy López Beltrán, quienes tejieron una urdimbre empresarial de relaciones con gobernadores de Morena.
La investigación se centra en un personaje clave: empresario Fernando Padilla Farfán. En 2023, cuando Adán Augusto era precandidato presidencial, fue el vínculo con empresarios de Puebla y Veracruz en los diálogos ciudadanos.
Los negocios de Padilla Farfán, empresario originario de Poza Rica, Veracruz, se centran principalmente en el sector de la salud y la construcción, a menudo a través de contratos gubernamentales.
Estas empresas han obtenido contratos millonarios, en gran parte mediante adjudicaciones directas, con gobiernos estatales afiliados a Morena en diversas entidades federativas, incluyendo Veracruz, Baja California, Tabasco, Chiapas, Quintana Roo, Michoacán y Colima.
Empresas asociadas a Fernando Padilla Farfán recibieron contratos en Veracruz, entre ellos, la remodelación del estadio «Beto Ávila» en 2020 por 80 millones de pesos.
En las fotografías de sus fiestas se observa a Padilla con personajes como Mario Delgado, expresidente de Morena y ahora secretario de Educación; Manuel Merino, gobernador interino de Tabasco (2021-2024); Mara Lezama, gobernadora de Quintana Roo, y Javier Herrera Borunda, hijo del exgobernador de Veracruz Fidel Herrera.
Ahora, sus vínculos con Morena y con Adán Agusto López lo tienen en el punto de mira, pues se le señala por ser el operador financiero del exsecretario de Gobernación mediante contratos para sus empresas que ha recibido de gobiernos de la 4T.
Pero el atraco venía de mucho antes. Durante el gobierno de Peña Nieto, la Notaría de Adán Augusto creó factureras y empresas de La Estafa Maestra.
Según otra investigación de Mexicanos Contra la Corrupción, las compañías constituidas en las notarías del actual senador de Morena y de su hermano están vinculadas con el desvío de 464 millones de pesos de Pemex; en sus despachos, y en el de un ex colaborador de Adán Augusto, se crearon 13 sociedades mercantiles que el SAT ha incluido en su lista definitiva de empresas “fantasma”, que simulan operaciones para fines de evasión fiscal, lavado de dinero o desvío de fondos públicos.
Adán Augusto, actual coordinador de la bancada de Morena en el Senado, es titular de la notaría 27 de Tabasco, en la que fueron constituidas las empresas CCTI y Surface Technology, señaladas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) de haber recibido triangulaciones por 270 millones de pesos de Pemex durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, por servicios que no fueron debidamente comprobados.
El pacto de impunidad y la transición estaban armados desde antes de la elección de 2018, razón por la que el PRI fue el primero en reconocer su derrota.
Y lo que falta por conocer…
REFLEXIÓN
Respetables señoras y señores del futbol, me dirijo a los hinchas. Les quiero adelantar con suavidad que México NO TENDRÁ su cachito de mundial que le habían asignado. Los dueños de este fabuloso negocio ya percibieron que, dadas las condiciones políticas del país nada garantiza seguridad, es más se han comenzado a cancelar contratos. ¿Qué le hacemos?, México es el paraíso de los narcos. Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mx | formatosiete@gmail.com |
