Inolvidable el conmovedor relato -digno de la Rosa de Guadalupe- de cómo la chilanga titular de la SEV, cuya pasión por la educación la llevó a cumplir su sueño de ser educadora, demostró su pasión por el billullo que la condujo a convertirse en una próspera empresaria inmobiliaria.
Y qué decir del guanajuatense encargado de la SIOP, quien sólo ha ejercido el 20 por ciento de su millonario presupuesto y a quien la gobernadora ha dicho que, si no sabe cómo, entonces ella hará su trabajo.
Sin olvidar la disputa que sostienen las universidades de Harvard y Oxford para llevar a sus aulas al doctor en administración pública y secretario de desarrollo económico, luego de la cantinflesca “cátedra económica” que reventó las redes y que lo ha convertido candidato al Nobel de Economía cuatroteísta.
No puede quedarse atrás el ínclito Secretario de Turismo, convertido en el florero más caro del mundo, quien, no obstante la reducción de un 82% de su presupuesto, decidió abrir un nuevo destino de playa en el municipio de Totutla, enclavado en la zona de las altas montañas. Las burlas aún siguen.
A su vez, la tlaxcalteca titular de la Secretaría de Protección Civil reconoció que hasta hoy sólo se han aplicado 14 de los mil millones de pesos destinados para la emergencia en el norte del estado. En efecto, el problema para la antropóloga y literata, con una formación de 15 horas en protección civil, no es el dinero, sino qué hacer con él.
Y el show lo cerró el encargado de comunicación social, quien, en su vano afán de adular a la gobernadora, tuvo la astucia de llamarla gobernanta. Ese mismo día se enteró que eso significa “mujer que, en un hogar, hotel u otra institución, se encarga de la administración y supervisión del servicio de limpieza”.
Qué lejos quedaron los tiempos de perfiles tan destacados como el Secretario de Gobierno, Ignacio Morales Lechuga, el mejor abogado de México; los doctores Rafael Velasco y Mauro Loyo Varela, verdaderas eminencias de la medicina, como Secretarios de Salud.
Del doctor Bravo Garzón, uno de los académicos y promotores culturales más destacados del país, como Secretario de Educación; el brillante ingeniero Gustavo Nachón Aguirre, un secretario de Comunicaciones que conocía cada palmo del estado.
Y por supuesto, mi muy querido amigo Raúl Peimbert Díaz, ex Coordinador de Comunicación Social y hoy el periodista latino más influyente en Estados Unidos.
Todos ellos, por cierto, orgullosamente veracruzanos.
La puntita
¿En qué se parece la fotografía institucional del Primer Informe de Gobierno y un billete de treinta pesos? |
