Imagine usted, jefe de familia, que llega un día a su casa y le informa a su pareja que fueron saldadas las más importantes deudas, esas que no los dejaban dormir. Si su pareja no está informada de algún ascenso en su trabajo, si no tiene noticias de que haya usted recibido alguna herencia o se haya ganado algún sorteo millonario, lo más probable es que lo cuestione: ¿Y de dónde?
Le juro que si le responde: “me propuse ahorrar, administré mejor mi salario”, no se lo va a creer.
Por lo tanto, las preguntas que se hace el dirigente estatal del PAN, Federico Salomón Molina, son muy válidas: ¿de dónde sacó dinero Rocío Nahle para saldar -como ella dijo- buena parte de la deuda del gobierno estatal?
Su teoría va por buen camino: “Simplemente fue una condonación que el gobierno del estado obtuvo con diferentes instancias, como el SAT, el IMSS y el ISSSTE”.
Incluso en las propias filas de Morena hay dudas que piden que sean aclaradas.
El senador Manuel Huerta dijo que el gobierno estatal debe aclarar las cifras de la deuda de Veracruz y especificar lo que dejó el gobierno de Cuitláhuac García y lo que disminuyó este último año.
“A mí ahí, con sinceridad, lo veo como oportunidad, pero entre lo que estuve leyendo toda la mañana y lo que informó Cuitláhuac (García) de la deuda que había y lo que se dijo ayer, es una oportunidad para que se aclaren las cuentas”, afirmó.
Y se remontó a los tiempos de Javier Duarte, cuando -dijo- se hablaba de un saqueo de más de 80 mil millones de pesos. Lo mejor, admitió, es que el gobierno de Rocío Nahle explique qué pagó y cuánto falta por pagar:
“Tienen que aclararnos bien, porque Cuitláhuac (García) decía que él había reducido la deuda. Se hablaba de 61 mil millones de pesos y ayer nos surgieron 109 mil millones. Entonces, aunque Rocío (Nahle) precisó que pagó deudas del SAT y del ISSSTE a la mitad, pues como que se tiene que profundizar y es la oportunidad que veo. No vaya a ocurrir que a Chuchita la bolsearon”.
Este miércoles 3 de diciembre, justo al mediodía, Rocío Nahle habrá de comparecer ante el Poder Legislativo para despejar todas las dudas que tengan los diputados. Con seguridad habrá quien le pida que explique con detalle cuál fue la deuda que dejó Cuitláhuac García, cuánto fue lo que ella pagó y cuánto le condonaron instancias como el SAT, el IMSS y el ISSSTE.
Deberá explicar de dónde salió el recurso para hacer esos pagos, cuál es la deuda que queda y cuánto le costará a su gobierno cada año.
Todos los que vivimos en este bello estado queremos que le vaya muy bien. Si Rocío Nahle consiguió lo que no habían logrado cuatro gobernadores que la antecedieron, será digno de reconocer. Hasta ahora, la percepción es que está jugando con los números para aparentar un logro que está realmente lejano.
Y es que… si no amortizó la deuda, entonces ¿qué hizo en su primer año?
Las carreteras siguen intransitables, no hay obras de infraestructura, las medicinas -con todo y “camionetitas”- siguen sin llegar a los centros de salud; la inseguridad y la violencia no tienen fin. La educación estaba en crisis y no ha mejorado gran cosa, las inversiones no se ven y el campo sigue en el abandono.
¡Ah, pero eso sí! El centro de Xalapa se llenó el pasado domingo de veracruzanos que acudieron de manera espontánea a reconocer su labor.
Ja, ja, ja.
* * *
Epílogo.
Era una práctica recurrente de los viejos contadores: tenían anotadas las fechas en las que se presentaban desastres naturales de gran calado y se utilizaban de pretexto para omitir la entrega de documentos relevantes a la Secretaría de Hacienda. *** “Lamento informarle que debido a las torrenciales lluvias que azotaron esta región del país, se perdieron los archivos donde se daba puntual seguimiento a los movimientos financieros de esta empresa”, escribían los contadores. No había forma de refutarlos. *** Ya no es así. De algo ha servido la tecnología y que organismos de fiscalización conozcan muy bien esos trucos. La auditora general del Órgano de Fiscalización Superior (Orfis), Delia González Cobos, advirtió que algunos alcaldes de la zona norte (entre tres y cuatro) pretenden justificar inconsistencias en algunas obras, con el argumento de que las “lluvias e inundaciones les afectaron”. *** Ese cuento no les va a servir, pues con anterioridad a esas lluvias e inundaciones, todos los entes fiscalizables debieron entregar informes de obras inconclusas o cuya calidad no era la adecuada. Además, el Orfis tiene los avances de los reportes trimestrales de la obra pública. *** Como dirían en mi pueblo: “a otro perro con ese hueso”.
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