En voz alta
Job Hernández
 

Otras entradas
2021-07-05 / La Universidad Veracruzana: responsabilidades y problemas
2021-06-21 / La universidad en esta hora de cambio
2021-06-08 / La jornada electoral del seis de junio
2021-05-24 / ¿Perderá la 4T el control de San Lázaro?
2021-05-10 / Optimismo y promesa: la economía mexicana después de la pandemia
2021-04-26 / ¡Remesas al rescate!
2021-04-11 / Crisis económica, disgregación social e iniciativas culturales
2021-03-29 / Así se desempeñaron los Diputados Federales de Veracruz en la LXIV Legislatura
2021-03-15 / Los diputados federales que Veracruz necesita elegir en 2021
2021-03-01 / La violencia en Veracruz: ayer y hoy
 
Una buena idea para la Universidad Veracruzana
2021-07-19

La Universidad Veracruzana está urgida de soluciones de todo tipo. Pero sobre todo de respuestas factibles, basadas en un análisis preciso de su situación interna y del momento que vive el país. Esto no es fácil. Demanda un correcto equilibrio entre las capacidades teóricas necesarias para un buen diagnóstico y las habilidades prácticas indispensables para traducir todo en líneas estratégicas de trabajo e innovaciones organizativas coherentes y realistas.


Es natural que los académicos privilegien la primera parte en detrimento de la segunda. El oficio de pensar a fondo les aleja de las prácticas administrativas y gerenciales. No logran cerrar adecuadamente el ciclo que concluye en la puesta en práctica de las ideas. Algo de esto aqueja a los planes de trabajo entregados por los aspirantes a la Rectoría General de la Universidad Veracruzana. Todos indican muy concienzudamente cuales son los principales problemas pero casi nadie dice cómo se van a resolver, si no es apelando a generalidades. Propuestas concretas hay pocas.


Por ejemplo, es un lugar común decir que la Universidad Veracruzana debe ser promotora del desarrollo económico estatal. Lo mismo sucede con la idea de que la restricción presupuestal es una de sus mayores problemas y debe incrementarse el volumen de recursos a su disposición. Pero se carece de una ruta clara para incidir en estos dos ámbitos y ya ni esperar que se pueda pensar en “matar dos pájaros de un tiro”.


Pero es justamente eso lo que el Dr. Darío Fabián Hernández hace en el Plan de Trabajo que entregó a la Junta de Gobierno al momento de registrarse como candidato. Sabiendo que el entorno económico mantendrá el presupuesto sin un incremento significativo en los próximos años, propone una solución que, al mismo tiempo, impacta en las tareas de la universidad relacionadas con el desarrollo económico.


La idea es que la UV construya y administre un Hospital de Especialidades en cada una de sus regiones según “las morbilidades más comunes registradas en los procesos históricos de las Instituciones oficiales de salud”. En esa dirección, se haría un Hospital de Especialidades Geriátricas y Gerontológicas en Xalapa, un Hospital de Especialidades Cardiovasculares en Veracruz, un Hospital de Enfermedades asociadas al Síndrome metabólico en Coatzacoalcos, un Hospital de Especialidades Oncológicas en Orizaba, un Hospital de Neurología y Psiquiatría en Tuxpam, y un Hospital de atención Materna e Infantil también en la capital del Estado.


Estos hospitales darían servicio a la comunidad universitaria y a la población abierta contribuyendo significativamente al mejoramiento del sistema de salud en el estado, al mismo tiempo que serían una fuente de ingresos para la Universidad a través del cobro de los servicios a los franjas de la población con mayores recursos económicos. De esa manera, se estaría cumpliendo con la “responsabilidad y compromiso de la Universidad cuidar la salud de los alumnos inscritos y del personal académico en todos los


Niveles”, al mismo tiempo que se coadyuva al mejoramiento de los niveles de atención de la población en general y se genera una fuente de recursos adicionales al presupuesto público.


La propuesta puede discutirse en sus aspectos problemáticos (que seguramente los tiene). Pero es indudable que se trata de una idea audaz, que combina requisitos de eficiencia económica con principios de responsabilidad social altamente loables. Aquí se entrelazan un diagnóstico certero sobre el entorno económico previsible, una ética fuertemente fundada en principios humanistas y un agudo sentido de la factibilidad técnica y financiera a la hora de modelar la realidad.


Independientemente de la decisión que tome la Junta de Gobierno, es necesario reconocer que se trata de una buena idea, que habla muy bien de su autor. No la deberíamos de echar en saco roto. Y deberíamos hacer que el debate por la Rectoría alcance estos niveles de concreción.


Economista, latinoamericanista y asesor parlamentario
 
Regresar a la Página Principal
Aviso de Privacidad
 
Comentarios
 
En Política al Día nos interesa tu comentario, es por eso que creamos este espacio para tí. Aquellos mensajes que contengan un contenido vulgar, difamatorio u ofensivo, serán eliminados por el administrador del sitio. Leer normas y políticas