Eso es lo que esta pasando en Veracruz.
Dos frentes políticos enfrascados en la lucha por el poder. Uno que se va y que comienza, desde ahora a añorar sus momentos de gloria. Otro que llega, por fin, cumpliendo sus sueños de gobernar a la entidad veracruzana, pero que no deja de estar en la plena campaña política.
Pero, ¿Los veracruzanos, importan para ambos personajes?
Por lo visto no, pues tratan de saldar sus propias cuentas políticas al costo que representen, sin que les caiga el veinte de que uno es el Gobernador de Veracruz, y el otro lo será, constitucionalmente, hasta después de la toma de protesta, el día primero de diciembre.
Por lo tanto, ¿A qué le tiran en estos momentos, los dos personajes en disputa, cuando faltan, todavía, cuatro meses redondeados para que se concrete, efectivamente, la sucesión gubernamental?.
Cierto es que hay de por medio muchas cosas que poner en claro, pero también es cierto, que como dijo el Gobernador de Morelos Graco Ramírez, el pueblo ya juzgó a Javier Duarte, en las pasadas elecciones, aunque le faltó decir que falta la sentencia, donde la respuesta electoral fue clara y contundente, donde no perdió Héctor Yunes Landa, ni tampoco el Partido Revolucionario Institucional, sino las propias acciones de un gobierno que no quiso ceder ni tampoco doblar el brazo en las puras intenciones de continuar un proceso sucesivo donde la aldea quería, prácticamente, poner sus propias condiciones.
Y lo mismo, es cierto, para la otra parte, la ganadora, que por fin, concreta la aspiración de un político que siempre quiso ser Gobernador, aunque lo sea por dos años, pues el honor nadie se lo quitará y tampoco el reconocimiento de un pueblo que votó por él, siempre y cuando, en el tiempo que le corresponda gobernar, lo haga con plena voluntad política, con meros deseos de hacer por Veracruz, lo más que se pueda, pues para eso bastarán dos años, aunque sean, eso sí, bastante difíciles.
El Pueblo de Veracruz, ya no quiere pleitos, quiere realidades y quiere que el ciclo se termine y que los nuevos tiempos sean para recomponer este sistema político que a la fecha no ha concretado sus promesas de lograr que la entidad veracruzana, viva en paz, garantizando a los veracruzanos, la plena libertad, la tranquilidad necesaria para trabajar y la certeza jurídica de que todos los compromisos contraídos, se puedan cumplir, como bien se dice, al pie de la letra.
Por eso, los veracruzanos, resultan ser en este momento, el mayor interés del que se va y del que se queda, pues ambos serán juzgados, ya no digamos que por la historia, sino por los propios electores que ahora más que nunca estarán pendientes de que cumplan, exactamente, las promesas, pero sobre todo, los diversos compromisos contraídos con el pueblo.
Ambos personajes tienen una enorme responsabilidad en su calidad de gobernantes. Este debe ser en estos momentos el mayor interés y pensamiento de quienes siguen enfrentándose por un pleito generado en otros tiempos y comprado por quien ahora esta a punto de dejar el puesto al que habrá de sucederlo en la búsqueda del mejoramiento de Veracruz, y lógicamente, de los propios veracruzanos.
Qué, ¿Acaso no se dan cuenta de que están protagonizando una lucha donde falta uno de los verdaderos contendientes, que no asoma la cabeza, pero que se esta riendo, prácticamente, más allá de las fronteras?
Duarte de Ochoa, se va, porque tiene que irse. Llega Miguel Ángel Yunes, porque tiene que llegar a cumplir su ciclo. Después, también se irá Miyuli, y tendrá que llegar, posiblemente, el que ahora percibe, como la mayoría de veracruzanos, ingobernabilidad en el Estado de Veracruz.
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NUEVAMENTE, HA CORRIDO la versión de que el Gobernador del Estado, Javier Duarte de Ochoa, se irá del Gobierno, antes de que concluya, constitucionalmente, su administración estatal.
Se dice, también, de nueva cuenta, que se busca una salida decorosa antes de que comiencen los más duros golpes de su propia historia política.
Que todo esto sucede en momentos en que las propias investigaciones sobre su actuación al frente del gobierno veracruzano, ya son tantas, que solo falta, como dice el mismo mandatario, que sean los propios extraterrestres, quien lo vigilen de cerca en busca de respuestas concretas y verdaderas.
Pero, los rumores, van más allá y proponen, desde ahora, al que es Secretario General de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado, para concluir el gobierno duartista, lo que sería, también, en estos tiempos, una justa retribución a quien se ha sacrificado con todo y su carrera, para mantener el equilibrio político de la entidad.
Sin embargo, todo indica que no será de esta manera, aún cuando el círculo se este cerrando, pues en su afán de encontrarse con el final de su gobierno, no le asusta nada tener que ser parte del escenario político donde el nuevo mandatario estatal, rinda la protesta correspondiente.
Pero, como los rumores han estado a la orden del día, hasta se ha mencionado que la propia legislatura del Estado, todavía será la que decida esta situación, pues le faltan, propiamente, tres meses para que también, sus propios integrantes, tengan que huir por la puerta de atrás, pues en la puerta principal, es cierto, ya no estará César del Ángel Fuentes, y la turba que maneja, pero bien podrían encontrarse con el pueblo, el cual, seguramente que les echaría en cara sus propias actuaciones.
Si Duarte de Ochoa, se va, lo será porque así convenga al propio mandatario y de paso, a los propios veracruzanos.
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PEPE YUNES, HA SIDO uno de los hombres críticos de las acciones gubernamentales de Veracruz.
Ha puesto, muchas veces, el dedo en la pura llaga y ha generado, por lo mismo, también el cosquilleo político en Palacio de Gobierno.
Sin embargo, es recto, es caballeroso, es hombre de palabra y esta consciente de que es parte de aquel compromiso establecido con el propio Héctor Yunes Landa, donde quedó establecido que cualquiera de los dos que llegara a ser el candidato priista a la gubernatura del Estado, se encargaría de investigar la serie de irregularidades en el manejo de recursos de la actual administración estatal.
Y aunque parezca estar al margen de los acontecimientos, se ha encargado de señalar los errores políticos de Javier Duarte de Ochoa, aún cuando ambos pertenezcan al mismo partido y hayan salido de sus filas para representar a los veracruzanos, en los puestos que les corresponden.
El Senador Pepe Yunes, es respetuoso del quehacer público de los demás, siempre y cuando no se afecte a los veracruzanos, por lo que será muy difícil que entre a una lucha política, que no le corresponde.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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