El pueblo tuvo que ejercer la mejor forma de ponerse a mano y los nuevos funcionarios lo sabían. Por eso, manejaron estratégicamente una campaña en contra del gobierno anterior, haciendo hincapié en que cada uno de ellos serían llamados a cumplir con la justicia, imponiéndoles el castigo que se merecían y además, obligándolos a que devolvieran cada centavo que se llevaron de las arcas gubernamentales.
Pero, como dice el dicho, aquí no pasa nada.
Todo mundo hizo lo que quiso. Hubo autorización para ello y por eso desaparecieron grandes cantidades de recursos económicos, al grado de que el mismo Ex ejecutivo estatal, no le importó dejar unos cuantos millones de pesos regados en los departamentos donde vivió para poderse mover libremente en este país y en otros, donde, seguramente, se encuentra.
La misma autoridad federal, ha implementado operativos que a la fecha no han dado resultados, así como en el Estado, se han anunciado detenciones y nada más, no pasa nada, porque no es nada extraño que día que pasa se encuentren evidencias de malos manejos económicos, desvíos millonarios en diversas dependencias, pero como no hay pruebas suficientes, contundentes, pues sencillamente, no se puede hacer nada y mejor se esperan a mejores tiempos, cuando todo haya pasado, porque el gobierno actual es muy corto, para decir, que nada había de extraño y que todo se encuentra en perfectas condiciones.
Pero, sin embargo, se ha dicho constantemente que no hay dinero. Que el Gobierno del pasado, solo dejó deudas pendientes y que ni siquiera se podía garantizar el sueldo y demás prestaciones de fin de año para los trabajadores veracruzanos, que nunca habían pasado por estos serios y graves problemas para poder cobrar lo que les pertenece.
Es más, se ha tenido noticia reciente de que por lo menos se han despedido a diez mil trabajadores, precisamente, porque no hay dinero suficiente para poder pagarles.
Esto significa que sí hubo un gran robo y que si no hay dinero es porque, efectivamente, se lo llevaron otros, pero que a la fecha no se ha logrado comprobar que se hayan cometido estos delitos.
Grave para la presente administración, es el hecho de no poder cumplir con las promesas hechas al pueblo veracruzano, en momentos de campaña política, para poder ganar. A la fecha, solo intentos se han dado de poder llevar a la cárcel a quienes desaparecieron el dinero, pero en realidad, no se ha logrado comprobar lo que tanto se ha dicho.
Queda pues, pendiente este compromiso del actual gobierno y queda pendiente, desde luego, la promesa de llevar a Duarte, como a tantos de sus funcionarios, a la cárcel, donde siempre se pensó que no cabrían todos, porque son tantos los delincuentes y pocos los penales, que tendrían que exportarse a otros penales del país, con la consabida autorización federal.
Pero, al parecer, no hay necesidad de ello. En Veracruz, no pasa nada.
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ALGUIEN SABE, ¿Dónde esta Fidel Herrera Beltrán, el Ex gobernador que tuvo que renunciar al consulado de Barcelona, España, para venir a defenderse de los ataques que venía recibiendo de ser uno de los responsables de los grandes males que viene padeciendo la Secretaría de Salud, donde se descubrieron medicinas falsas y tratamientos inocuos para miles de niños con la enfermedad del cáncer?
Pues nada, que no se ha defendido, según se sabe y menos que haya venido a realizar política interna, como también lo dijo a su llegada al país, pues resulta que levantó en su momento grandes expectativas sobre su posible participación en el nombramiento del nuevo líder priista, así como se supo que de última hora, se estaba proponiendo que fuera él precisamente y de forma personal, el que viniera a ponerse al frente del Comité Directivo Estatal, del PRI, para echarle todas las ganas y poder arrebatarle la mayor parte de posiciones municipales, a su archienemigo, el Gobernador del Estado.
Ninguna de las dos cosas han sucedido. La llegada de Renato Alarcón Guevara, a la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional, indica que de plano, no metió las manos y que su regreso a México, fue involuntaria, es decir, que se le trajo a nuestro país, no precisamente, para ponerlo al servicio del PRI, sino de otros asuntos que por el momento se desconocen.
Así que no habrá choque de trenes, como se había anticipado y tanto el Gobernador del Estado, como su coalición, estarán trabajando tranquilamente frente a un PRI, que sin duda, se esforzará por lograr la mayoría de posiciones políticas. Pero eso sí, nada más.
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LA DELINCUENCIA se ha apoderado, nuevamente, de la tranquilidad de los veracruzanos, incluso, de los propios capitalinos que día con día tienen que experimentar diversos hechos que ponen en serio riesgo la seguridad de las familias, de la propia sociedad que ya esta protestando por la falta de garantía para seguir trabajando en paz.
Y es que, además, es la delincuencia común la que se ha alterado en todos los rincones de la entidad, cometiendo delitos que van desde el robo hasta los asaltos, sin dejar a un lado los homicidios que son ampliamente conocidos ya en todos los rincones del Estado.
Se pone difícil la situación en todas partes, porque el temor ha invadido a pueblos, rancherías, calles de ciudades importantes y caminos y carreteras de toda la entidad.
Presionan, de esta manera, al gobierno del Estado, para actuar de inmediato, porque la tranquilidad se ha ido, nuevamente, de la manos y se tiene siempre el temor fundado de que pueda incrementarse aún más este desorden.
Los esfuerzos se hacen, se aprecian, pero no hay resultados evidentes de las estrategias que se usan en este momento.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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