CUANDO vote el cincuenta por ciento de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral nacional, estaríamos pensando en un voto a medias, considerando que actualmente han solicitado su ingreso como ciudadanos con derecho a sufragar cerca de los cien millones de mexicanos. Diríamos que después del cincuenta por ciento más uno hay suficiente respaldo para legitimar una elección, pero resulta que no es así, pues en las elecciones judiciales del domingo primero de junio, apenas si salieron a votar trece millones que en realidad podrían ser menos por aquello de los famosos rellenos de casillas donde hasta los muertos votan.

Trece millones, suponiendo que así sea, no son votos suficientes para validar una elección y menos para que, oficialmente, se muestre algarabía por haberse cumplido un porcentaje aceptable. Se requiere de una mayor participación ciudadana, cuyo abstencionismo no fue su culpa, sino el propio proceso electoral que se presentó como bastante complejo y hasta torturador, aún cuando se tuviera a la mano un apunte denominado “acordeón” y facilitarnos la vida político electoral.

Faltó información a la ciudadanía de todo el país, porque nadie o muy pocos se atrevieron a comentar públicamente esta elección, la cual no convencía a nadie, incluso ni a los mismos participantes como candidatos a los puestos de elección, quienes solo se limitaron a declarar que “esto es lo que tenemos”. De ahí que el porcentaje de ciudadanos que fueron a las urnas electorales del proceso judicial, fue mínimo, es decir un trece por ciento, aproximadamente, que no da lugar a una validación, pero sí a una imposición.

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LA PRESIDENTE, SIN PRETEXTOS

UNO DE LOS grandes compromisos de la presidente Claudia Sheinbaum con el pasado inmediato, es decir Andrés Manuel López Obrador, fue sacar, a como diera lugar, el proceso electoral judicial. Cumplido este capricho del ex presidente de la república, es posible que la actual mandataria comience a deslindarse de la sombra que tiene encima y que le ha dado innumerables problemas para realizar su propio gobierno, no tan solo en los asuntos internos, sino principalmente los que tienen que ver con el exterior.

Claro que las presiones seguirán adelante, porque el ex ejecutivo federal, tiene miedo ante la supuesta persecución del gobierno norteamericano, debido a su posible relación con los grupos organizados del crimen.

Por su parte, Claudia Sheinbaum, no está para mover un dedo en su defensa, luego de que hay muchas evidencias de los compromisos contraídos entre el crimen organizado y el propio López Obrador, lo que, sin duda, le conviene ante el panorama que se le viene encima con su relación deteriorada entre su gobierno y el de los Estados Unidos.

Lo más conveniente, sin duda, es que entregara a López Obrador, a la justicia norteamericana y mejoraran sus relaciones internacionales con este país y su gobierno. Sin embargo, hay lealtad todavía, pero todo tiene un término y éste ya está por cumplirse.

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DANIELA GRIEGO, SIETE MESES PARA CONFORMAR EQUIPO

LA EX DIRECTORA del Instituto de Pensiones del Estado, tiene siete meses para pensar detenidamente en la conformación de su equipo de trabajo, el cual tendrá que pasar por varias verificaciones a fin de estar en condiciones de ofrecer a los xalapeños un buen gobierno municipal.

Ésta es la oportunidad que no debe desaprovechar, considerando que todavía hay serias inconformidades de la administración de Pedro Hipólito Rodríguez Herrero, que ni el gobierno sobresaliente de Ricardo Ahued Bardahuill, pudo borrar. Hay, incluso pendientes de dicho gobierno municipal, por lo que mejor será realizar una buena tarea.

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Y EL LUNES, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.