Lo que más indigna es que, a semanas del desastre, esa omisión no es menor, La Gobernadora Nahle tiene 15 días encabezando personalmente los trabajos de limpieza, y Pérez Astorga ni se ha dignado a poner un pie en la zona cero.
Indudablemente el secretario de Desarrollo Económico debería ser la pieza clave para levantar el tejido productivo, pero se ha convertido en el eslabón más débil del gabinete. Y en lugar de acompañar a la mandataria, la deja sola en la tarea más compleja: reactivar la economía local y devolverle esperanza a los comerciantes que hoy no tienen ni cómo abrir sus cortinas.
Y aun así, tuvo el descaro de reunirse (vía remota, claro) con los grandes empresarios del Consejo Coordinador Empresarial, los únicos que no lo necesitan, mientras ignora a los pequeños y medianos que sí están al borde del colapso.
Pérez Astorga no solo es un funcionario ausente, es un lastre en medio de la emergencia, que no suma, resta. Cuando la titular del Ejecutivo está dejándolo todo en el terreno, lo mínimo que se espera de su equipo es lealtad en los hechos, no en los comunicados.
Es más, poco a poco iremos dando cuenta de los funcionarios que sí fueron a chambear y las o los que fueron solo para “la foto”, pero Astorga ni para hacerle como al “tío lolo”.
Vaya caso.
@IvanKalderon |