Indudablemente, al final de una administración municipal no todos llegan con capital propio, y más en el desgastante escenario de la política local: algunos alcaldes se van sin obra, sin respaldo y sin futuro.

Otros, los de menos, logran cerrar con resultados, con estructura y con proyección. Sin embargo, en la Cuenca del Papaloapan ese contraste es claro: mientras varios ediles no supieron (o no quisieron) construir acuerdos ni dar continuidad a sus proyectos, en Tierra Blanca se prepara un cierre de gobierno que marcará la diferencia.

Le explico.

En los calores de Tierra Blanca, la Puerta del Papaloapan, Álvaro Flores prepara su último Informe de Gobierno. Viene de cumplirle al pueblo con un bullanguero carnaval, sí, pero también con multitudes de obras públicas y una cantidad histórica de servicios en colonias y comunidades.

A diferencia de muchos otros alcaldes de la región que, por necedad, por falta de trabajo o por incapacidad para tejer alianzas no lograron concretar sus proyectos políticos, Álvaro sí entendió que el poder no es capricho, sino continuidad, resultados y territorio. Por eso, no solo cerrará una administración, terminará por consolidar una ruta política de largo alcance.

Y es que mientras unos informarán en salones cerrados, a cúpulas de partido o a sus amistades, Álvaro siempre mucho pueblo: lo hace en informe abierto, cara a cara, en espacios públicos como la Unidad Deportiva. Allí, frente a los terrablanquenses, es donde se mide de verdad a un gobernante.

Álvaro Flores cierra así una administración con sello de transformación y rostro humanista, dejando altas las expectativas (y también los retos) para el próximo gobierno de Lalo González, quien seguramente hará un excelente gobierno.

Y mientras en otros municipios cuenqueños ya se alistan para darse hasta con la sartén, en la “Novia del Sol” el panorama es distinto; Tierra Blanca hoy brilla más que nunca y respira con fuerza el orgullo de una tierra noble y pródiga.

Álvaro Flores se va por la puerta grande, siendo factor de su propia sucesión y de frente con la gente que le dio su confianza. Tiene estatura política y temple no solo para administrar y gobernar, sino para hacer política pública en el municipio más grande, territorial y electoralmente, de la Cuenca del Papaloapan.

De hecho, ganó tres de tres elecciones como jefe político de su partido en el municipio. Eso no es casualidad, eso es lectura del territorio, estructura real y trabajo constante, que le vislumbra un buen futuro.

Hay mucho proyecto político todavía por delante para Álvaro Flores. A diferencia de otros, él sí supo sembrar y dar continuidad.

No hay que perderlo de vista, ni tampoco todo lo que vendrá para esta zona del estado de Veracruz, donde la gobernadora Rocío Nahle tiene muy buenos proyectos.

Ya veremos qué es lo que pasa.

@IvanKalderon