Lo cierto es que hoy en día el peso de la envestidura de gobernador ya no tiene ningún valor. Nadie a excepción de su grupo más cercano, pondera y obedece fielmente a Cuitláhuac, y eso habría que verlo. Hay quienes dicen que el propio gobernador tiene que rendir su informe cada determinado tiempo a la hoy candidata morenista. Lo que de ser verdad sería una humillación más para el propio Cuitláhuac y para la envestidura que todavía ostenta.
Cuitláhuac nunca supo ser y ejercer la posición ganada en las urnas. La ola obradorista los arrastro hacia lo que el jamás en su vida se pudo imaginar, ser gobernador de Veracruz. Creo que ni en sus mejores sueños pensó llegar a esta posición. Por esa razón hizo un papelón al frente y hoy en día es considerado como uno de los peores gobernadores de toda la República mexicana.
El enorme fracaso de su sexenio arrastra sin lugar a dudas a una cuasi derrota electoral de morena. Su gobierno o desgobierno mejor dicho, es un lastre electoral importante que muy difícilmente podrá ser remontado no solo por la actual candidata morenista al gobierno estatal, también por los demás candidatos enviados por morena a jugar en sus distritos.
Todo parece indicar que el famoso proyecto de nación que pretendían implementar en Veracruz se cae a pedazos y con ello el sueño de construir un segundo piso de la cuarta transformación en el estado. El presidente, Sheinbaum y Nahle se lo deben de agradecer a su flamante, honesto y bien amado Cuitláhuac García Jiménez. Correo electrónico: bernardobellizzia@hotmail.com
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