Ya están tomando ritmo las Campañas Presidenciales y puede ya vislumbrarse lo que sería el gobierno desde la perspectiva que cada candidato viene abordando y las propuestas que han venido planteando, por el lado de Sheinbaum el ofrecimiento de continuidad de una Cuarta Transformación que a 5 años de iniciada, lo único que puede destacarse de ella es el total fracaso de políticas públicas que no coinciden con la forma en que los mexicanos concebimos un gobierno democrático, ya que entre sus principales características está el de ser discriminatorio de un gran sector de la población, particularmente la clase media, los emprendedores, las personas que basan su desarrollo personal y el de sus familias en el esfuerzo individual, en el estudio y en resumen en la meritocracia, al incluir únicamente a personas sin estudios, sin aspiraciones, conformistas, incultos y sin la más mínima formación académica o que, en su momento, han renunciado a mostrar sus conocimientos en aras de “quedar bien” con el líder que lo único que les exige es lealtad y obediencia ciega, siendo esta, en conclusión, la continuidad que Sheinbaum nos ofrece

Por otro lado está la visión contraria de país, que es la de Xochitl Gálvez, que contrasta con la anterior por tratarse de una mujer “hecha a sí misma”, echada para adelante, emprendedora,  cuyo talante “aspiracionista” y meritocrático se hace evidente cuando se conoce su origen humilde y el esfuerzo y tesón que le puso a la vida para convertirse en una brillante ingeniero en informática y en una exitosa empresaria, lo que ha quedado de manifiesto al verla “codearse” de “tú a tú” con líderes políticos y dirigentes empresariales de México y del extranjero, con lo que podemos presagiar, en caso de ganar Xochitl la presidencia,  el regreso de nuestro país a ser un destacado protagonista en los Foros Internacionales más relevantes del mundo, el aprovechamiento de la posición privilegiada de nuestra nación en el contexto internacional (léase Nearshoring), así como la inclusión de personas preparadas, serias, académicos e intelectuales que retomen el control del gobierno para llevar nuevamente al país por el camino del desarrollo sostenido que AMLO puso en pausa durante este fatídico sexenio.

Observamos además una tercera opción que es la de Álvarez Maynez del MC, que, a mi parecer, representa un híbrido entre ambas opciones punteras, al contener mucho del populismo mamado por Dante Delgado en su paso por el PRI y algo del “aspiracionismo” y aparente “buena fe” de los villamelones metidos recientemente en política, como puede verse en la personalidad de Alfaro, de Colosio Riojas o de Samuel García. Pero que por su falta de definición ideológica, que no se atreven a decantarse ni por la izquierda ni por la derecha, coqueteando con ambas formaciones, lo único que han conseguido es la desconfianza de la gente y la presunción de que su posición solo se reduce a la de vulgares esquiroles o mercenarios al servicio del régimen en la obsesión de AMLO por dividir a la oposición para perpetuar a su movimiento, MORENA, en el poder, para hacer realidad su sueño de establecer nuevamente un Sistema de Partido Dominante, si no es que único, el cual pretende instaurar como en los mejores tiempos del PRI, en cuya “ala izquierda", esa que coqueteaba siempre con la Izquierda Independiente, él se formó, anhela su retorno y con la que se siente identificado y muy cómodo.

 Respecto a las propuestas, ¿continuar qué? Seria oportuno preguntar a Claudia, y aquí vale la pena analizar si, “científica” como la han definido, realmente considera que todo lo realizado por AMLO y su 4T ha sido de beneficio para el país o si solo está atrapada y secuestrada por el presidente en un bucle sin fin de mediocridad, ineficiencia, inoperancia y destrucción de las instituciones que tiene la obligación de ponderar y defender si realmente desea tener posibilidades de llegar a ser presidente; y aquí si le doy el beneficio de la duda porque Academia y 4T son términos incompatibles que no pueden usarse en una misma oración;  pues Claudia sabe que al haber sido creada y esculpida por AMLO, deslindarse de él significaría perder toda posibilidad de triunfo, sobre todo por el importante crecimiento que trae Xochitl, la que ya la alcanzó y podría decirse que se encuentran muy cerca del “empate técnico” pues traen una mínima diferencia de tan solo el 7%. Y aunque Claudia sepa que lo mejor que podría hacer es proponer un cambio sustantivo de 180 grados, en la forma de gobernar de la 4T, para conectar con amplios sectores de la población donde, por su formación académica podría encajar con facilidad, sabemos que no lo va a hacer pues esto significaría deslindarse de AMLO, cosa que sería la esperanza de Ebrard, leal seguidor de Camacho Solís, en su momento, quien en el 94 acarició esa misma esperanza, y la narrativa inventada y propagada por la izquierda respecto a las consecuencia que tuvo para Colosio alejarse de Salinas sigue vigente a pesar de que ya pasaron 30 años de ello, narrativa que AMLO ha traído del pasado, al intentar reabrir el caso, quizá como una advertencia de lo que podría sucederle a quien se atreva a “Traicionarlo”.

Finalmente, quitando de la ecuación el ingrediente perverso de la participación del Crimen Organizado en la elección, es de ponderar que hoy más que nunca, el futuro del país está en manos de los ciudadanos de bien que con nuestro voto habremos de definir el modelo de nación que habrá de imponerse a partir de este año y hasta el 2030, o incluso por los próximos 30 años.