Es de saberse que existe miedo, temor, quizá terror, en muchos sectores de la población, principalmente, entre los empresarios del país y no se diga, también, entre la clase política nacional.
Nadie quiere ni siquiera explicarse esta posibilidad de que López Obrador, tome el mando nacional.
El solo arranque de su campaña política, fuera del contexto legal, ha puesto nerviosos a muchos destacados políticos del país, presionados de alguna manera, por los mismos poseedores del dinero, que ya ven su propia debacle en el caso de que el político tabasqueño llegue a la Presidencia de la República.
Y es que el famoso Peje, viene con todo, pues ha dicho claramente que no esta dispuesto a que le vuelvan a emparejar los números en esta contienda del dos mil dieciocho, tal y como sucedió en las dos anteriores ocasiones en que dijo, prácticamente, le robaron el triunfo electoral.
Morena, es su partido y bajo estas siglas habrá de participar activamente en la futura sucesión presidencial. Sus bonos políticos, han crecido considerablemente desde el mes de diciembre pasado, cuando ya se hablaba de su avance político electoral, a través de las encuestas realizadas y por el alcance mismo de su posición política en los procesos electorales del pasado cinco de junio.
En Veracruz, su partido Morena, alcanzó colocarse en tercera posición, casi arrebatando el lugar que le correspondía al Partido Revolucionario Institucional, después de haber sido superado por el Partido de Acción Nacional.
Pues bien, López Obrador, ha iniciado formalmente la carrera por la sucesión, declarando en su propio Estado, Tabasco, que ya no hay tiempo que esperar y que desde este momento es como se debe comenzar a trabajar para poder lograr el cometido de llegar a la Presidencia de la República.
El mismo Gobernador del Estado, Javier Duarte de Ochoa, confió a varios periodistas en el mes de diciembre, que habría que considerar la presencia de Morena, y de su dirigente nacional, Andrés Manuel López Obrador. El mandatario estatal, así lo predecía seis meses antes de que se llevaran a cabo las elecciones del mes de junio.
Y tuvo razón, seis meses después, Morena, se colocaba en el tercer lugar de la preferencia electoral, con un importante repunte que hizo temblar, de momento, el panorama político estatal.
Pero esto no sucedió, solamente, en Veracruz, sino que también en otros Estados de la República, avanzó significativamente, principalmente por el hartazgo político generado por los propios gobernantes que no han pensado, ni siquiera, en estos cambios que ahora ya se encuentran presentes y que pueden convertirse, efectivamente, en un peligro constante para el sistema político nacional.
Si el PRD, se unió al PAN, en una alianza histórica que dio amplios resultados electorales en Veracruz, porque no habría de esperarse que también el PRI, se sumara a estas fuerzas políticas para enfrentar al polémico dirigente del Partido de Regeneración Nacional, pues a toda costa, según parece, buscarán detenerlo, al grado de que el PRI, estaría dispuesto, nuevamente, a dar paso a la alternancia política en el Gobierno de la República, antes que verse rebasado por el propio partido Morena, y su dirigente nacional.
Y esto, sin duda, le da esperanzas a una mujer.
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AUN CON TODAS LAS recomendaciones que se tuvieron por parte del Consejo Estatal de Protección Civil, que en los días previos a la entrada de “Earl”, a tierras veracruzanas, sesionó en el sur de la entidad, para enfrentar las posibles afectaciones de la tormenta tropical, así como las estrategias de la propia dependencia de Protección Civil, a cargo de Yolanda Gutiérrez Carlín, en Veracruz, se cuentan, hasta el sábado pasado, seis decesos ampliamente reconocidos oficialmente.
Año con año, los fenómenos meteorológicos de esta naturaleza, causan serios problemas a la población, debido, en gran parte a que las medidas que se toman para enfrentarlos, son generadas con pocos días de anticipación, cuando se sabe de antemano que existen zonas de alto riesgo permanentes y que durante el tiempo en que no se presentan estos fenómenos, debieran prevenirse, convocando a los habitantes a moverse a sitios más seguros.
Es normal, como mucho se ha dicho, que los ríos que han desaparecido por la explotación indebida de sus aguas, en tiempos de fuertes lluvias, busquen su cauce y generen afectaciones, tanto materiales como humanas.
Existen estudios previos de estas zonas y aún así, no se dan las previsiones en tiempo y forma, pues siempre se espera a que los fenómenos meteorológicos que se presentan, marquen la pauta a seguir por parte de las autoridades relacionadas con la protección civil, pero resultan ser insuficientes por la inmediatez con la cual se presentan inundaciones y deslaves de cerros, luego de las intensas lluvias que ablandan considerablemente la tierra.
La propia naturaleza, ha dotado de experiencia a quienes son responsables de las acciones de protección civil, y aún así, no hay programas permanentes de información y menos de procuración para que las personas sean trasladadas a otros lugares más seguros.
Apenas comienza, propiamente, la temporada de tormentas tropicales, ciclones y huracanes, cuando ya se tienen en la lista a seis personas fallecidas, tres de ellas, integrantes de una sola familia, que fue arrasada por toneladas de tierra procedentes de un deslave, como tantos que se presentan en este periodo de fuertes precipitaciones pluviales.
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DIRECTORES DE la Comisión Federal de Electricidad, van y vienen, pero los problemas que genera esta dependencia en Veracruz, no se han resuelto, muy a pesar de haber intervenido en varias ocasiones, tanto el Gobierno estatal, como los propios legisladores federales de anteriores legislaturas.
El asunto sigue siendo vigente.
Las altas tarifas que se pagan en todo el territorio estatal, por el consumo de energía eléctrica, son considerablemente elevadas, pues hay entidades, como Puebla, por ejemplo, donde la luz se paga con bajísimos costos, aproximadamente del setenta por ciento menos que en esta propia ciudad de Xalapa, capital del Estado, que tiene, en sus propia circunscripción, la operación de plantas eléctricas como Laguna Verde, que además es un constante peligro por la alta contaminación que produce su operación.
La dependencia, pues, no mide con la misma vara a todos los Estados, aunque éstos formen parte de una sola federación.
Veracruz, es de las entidades más castigadas, ya que paga más cara la energía eléctrica y hay menos oportunidades de empleo, lo que ha generado desde hace varios meses, una verdadera y galopante crisis económica.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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