¿Qué necesita México? Los mexicanos necesitamos un presidente que tenga la capacidad y el oficio político para manejar las riendas de un extenso país como el nuestro, que sea incluyente, conciliador y también con mano dura para respetar y hacer respetar la ley.
Cuando un líder vive el presente, logra hacer frente a todos los problemas que se le aparezcan, no evadir responsabilidades o echar culpa a los anteriores gobernantes, ese discurso sirvió para hacer campaña y llegar al poder, enquistado en el poder se requiere dar solución a lo que se dijo no resolvían los que en ese momento estaban, todos sabemos que no es tarea fácil, sin embargo vimos a distintos actores que en la pose se mostraban sobrados y hasta presumían comerse la vida en un puño, sin embargo a la hora de la verdad resultan ser un verdadero fiasco, sin idea y menos sin propuesta después de la ocurrencia, para los temas torales que se deben atender con prontitud en favor de la ciudadanía.
Nuestro actual presidente de la republica todos los días aparece en pantalla como líder religioso, y por si faltaba algo recorre el país recomendando el buen comportamiento de la gente, prometiendo dinero para que ajusten su conducta al marco de la ley, el problema es que el mal es de raíz, el ahora presidente en múltiples ocasiones dio mal ejemplo de violaciones graves a la ley, escudado detrás de la gente y supuestas causas sociales, por eso su autoridad se ve cuestionada a la hora de hacer valer el estado de derecho.
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No necesitamos líderes religiosos vestidos de autoridad gubernamental, debido a que la política no sirve para ganar almas, sirve para echarlas a perder, la mezcla de un político con un religioso da como resultado un diablo caga santos, así que el político debe hacer política terrenal, buscar el beneficio de la gente y someterla cuando es necesario para ejemplo de los demás, apapacharlos y premiarlos aun cuando la conducta viole ley es atentatorio a la dignidad de los que son bien portados y dan fortaleza al país.
Dejemos que los líderes religiosos sean los que convoquen a los ciudadanos al comportamiento angelical, ellos son los encargados por inspiración divina, ellos son los que se preparan renunciando a la vida terrenal para entregarse a una causa en la lucha por alcanzar un lugar celestial.
Penosamente veo que el fanatismo religioso se está trasladando al terreno político, tal pareciera que ver y tocar el manto del actual presidente de la republica el seguidor alivia sus males o cuando menos se relaja, eso es preocupante debido a que existirá una manipulación que los puede llevar al suicidio masivo como ha sucedido en algunas partes del mundo. ¿Qué no?
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