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Si algo se le debe reconocer a Morena es que se empeña en preservar e, incluso, impulsar, nuestras tradiciones. En esta ocasión se han empeñado en replicar la imagen del “benemérito” (digno de un galardón) de Las Américas, Benito Juárez. Impondrán al frente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a alguien que se hace pasar por indígena y que -no tengo dudas- intentará llegar a la presidencia, incluso antes del 2030.
Morena también defiende las tradiciones mexicanas, como aquel dicho que se hizo tan popular en la primera mitad del siglo pasado, a partir de una película dirigida “El Chano” Urueta: “Jalisco nunca pierde”, se llamó aquel filme, pero esa es sólo la mitad de la expresión popular que remata: “y cuando pierde, arrebata”.
En contraste con el tono festivo que mostró la presidente Claudia Sheinbaum el martes durante su conferencia de prensa (“muy mal tampoco les fue, ¿verdad?”), el aparato electoral del partido en el poder se movilizó en diversos puntos de la entidad con el fin de revertir, en la mesa o a balazos, resultaron que no les favorecieron.
Quizá el caso más emblemático es el de Poza Rica. Bien dicen que “para que la cuña apriete, debe ser el mismo palo” y eso fue lo que sucedió en aquel municipio que hace muchos años fue un emporio petrolero.
Emilio Olvera era un convencido de que la llamada “cuarta transformación” le devolvería a su pueblo el esplendor que antes tuvo. Cuando se dio la oportunidad, levantó la mano para representar a Morena en la contienda por la alcaldía y demostró, con mediciones en la mano, que era la opción más competitiva.
Nada fue suficiente. El alcalde en funciones, impulsado también por Morena (Fernando “El Pulpo” Remes) ya había pactado esa posición para alguien “de su gente”.
Emilio Olvera no se cruzó de brazos, pues sabía que tenía el respaldo de sus paisanos y era su momento. Luego de intensas negociaciones, aceptó la invitación de Movimiento Ciudadano (MC).
No fue una competencia sencilla. Emilio conoció lo que es nadar contracorriente, pero se sobrepuso y al final consiguió la victoria. El Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) contabilizó la totalidad de las actas y resolvió que Emilio Olvera obtuvo 16 mil 552 votos, y que la abanderada de la alianza Morena-Verde, Janeth Adanely Rodríguez (a la postre segundo lugar) consiguió 14 mil 076 sufragios. Casi 2 mil 500 votos de diferencia.
De inmediato Morena envió a su caballería. La senadora Raquel Bonilla (suplente de la actual secretaria de Educación en el estado, Claudia Tello) movilizó a decenas de simpatizantes de Morena y los plantó frente a la sede del órgano electoral. Exigen que se cuente voto por voto y muestran una actitud beligerante.
Ya se solicitó de manera formal que, por no existir las condiciones de seguridad para hacer el conteo, los paquetes electorales sean trasladados a Xalapa.
Algo similar sucede en Papantla. El candidato de MC, Mariano Romero, aparece como vencedor, con 401 votos de ventaja sobre el candidato de la alianza Morena-Verde, Gonzalo Flores. El partido en el poder está presionando para revertir en la mesa ese resultado.
No son los únicos casos, por supuesto. A pocos metros de Xalapa, en Tlalnehuayocan, luego de que el PREP confirmó el triunfo de la priista Arianna Ángeles Aguirre, la madrugada del martes varios sujetos llegaron hasta la sede del órgano electoral y les prendieron fuego a los paquetes electorales.
La candidata vencedora salió a condenar el ataque y aclaró que cuando este suceso se dio, ya había concluido el conteo de las actas que la acreditan como vencedora.
Ataques similares se presentaron en Chontla y en Aquila.
En Chontla, el priista José Luis Ponce ganó con 2 mil 589 votos. En segundo lugar, quedó el panista Juan Carlos Santiago, con 2 mil 440 votos.
el 33.9 por ciento. Es decir, una diferencia de 149 votos de diferencia.
La consejera presidente del OPLE Veracruz, Marisol Delgadillo informó que el secretario ejecutivo del consejo distrital de Chontla estaba retenido, por lo que pidió la intervención de las autoridades para liberarlo.
En Aquila, también se quemó la bodega con los paquetes electorales. La ventaja era para María Petra Alonso, del Verde, con 578 votos, mientras que en el segundo lugar estaba Eligio Salazar, de Movimiento Ciudadano, con 414 votos.
Está claro que hay quienes quieren ganar “a la mala” lo que no consigyieron en las urnas.
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Epílogo.
A principios del año pasado Polo Deschamps buscaba, desesperado, una reunión con Pepe Yunes, quien ya se perfilaba para ser el candidato del bloque opositor a gubernatura. *** “Yo lo puedo ayudar, tengo mucha presencia en las redes sociales y las puedo convertir en votos”, les decía con vehemencia a sus potenciales interlocutores. “Dile que no le voy a pedir ninguna posición en su gobierno, lo único que quiero es que en el 25 me apoye para ser alcalde de Alvarado”. *** Quienes conocer sus antecedentes saben que Polo Deschamps militó en el Partido Acción Nacional (PAN) y con el respaldo de esa organización política logró ser alcalde de Medellín de Bravo. *** Por “problema de agendas”, pero además porque hubo quienes le advirtieron a Pepe Yunes que no le convenía hacer acuerdos con él, Polo Deschamps no logró su cometido y recurrió a su “Plan B”. A través de un pariente muy cercano a Dante Delgado se vendió como “una opción fresca y atractiva” y Movimiento Ciudadano se la compró: lo hizo candidato a gobernador. *** Desde ese momento el candidato naranja mostró su inclinación por favorecer a Rocío Nahle y este año obtuvo su recompensa: Morena lo postuló como su candidato a la alcaldía de Alvarado, aunque eso le costara ir sin su aliado, el Partido Verde. *** Al final fue, justamente, el candidato del Verde, “Beto” Cobos quien consiguió la victoria, superando por más de 2 mil votos al abanderado de Morena, que alegó que “le robaron” la elección. *** El OPLE ya validó los resultados y Polo Deschamps se va triste, pero no pobre.
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