A las grillas les llamó simple y llanamente por su nombre. A las tomas sorpresivas de planteles y oficinas educativas dijo que son “grillas” de padres de familia y maestros, escuelas públicas que no cumplen con su objetivo: dar prioridad a la educación.
Y como para remachar, Claudia Tello terminó: “Algunas escuelas de la entidad han perdido el objetivo principal: dar prioridad a la educación de las y los niños y jóvenes, y siguen engrilladas”.
Claudia fue muy clara al citar como ejemplo el caso de una escuela que fue tomada porque los padres de familia no quieren a un maestro, se resuelve; tres días después por la vía oficial, los maestros toman la escuela porque no quieren al director… y hoy está tomada porque un abogado se acercó y tampoco lo quieren a él.
Es muy claro que en esos casos hay mano negra, hay grilla, hay muchos intereses de por medio.
La regulación de la venta de chatarras en las cooperativas escolares tiene mucho que ver con ello, así como las escasas banderas sindicales justificables por las que pelear, hacen que algunos líderes tiren las piedras y escondan las manos.
Así que el tema está planteado y en público; toma de escuela que no se dé por falta de atención oficial ante un punto planteado de manera oficial debe corregirse y declararse como tal. Se acabó la mano débil con la que extitulares de la SEV hasta llegaron a presumir de tener manos de seda y sensibilidad.
Así que quien quiera bronca ya encontró el molde de su zapato.
El juego sucio y sin argumentos se acabó, primero los niños y por delante el compromiso apostólico de enseñar por parte de los maestros.
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