En Orizaba, este domingo, estudiantes de la Licenciatura en Diseño y Medios de Comunicación de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV) se manifestaron para exigir el pago de salarios a sus docentes, quienes acumulan más de tres meses sin recibir remuneración.
La protesta tuvo lugar en la calle Poniente 2, entre la avenida Cri-Cri y Norte 11. Varias decenas de jóvenes mostraron pancartas y gritaron consignas para exigir una pronta respuesta de las autoridades, pues aseguran que los alumnos han cumplido con sus pagos, mientras que los maestros siguen sin cobrar.
Estas expresiones de protesta se han generado en todo el territorio estatal y las autoridades no han podido (o no han querido) darles una solución.
Así es. Resulta que el salario de los maestros en esta universidad estatal (llamados “asesores solidarios”) no depende del presupuesto que le asigne el Congreso local a la UPAV, sino de las aportaciones que hace cada alumno por concepto de inscripción y cuota cuatrimestral.
Ese recurso era administrado por un patronato que, de manera puntual, cubría los compromisos, tanto de los “asesores solidarios”, como del personal administrativo, pero todo cambió a partir del actual gobierno.
El patronato fue sustituido por una “fundación” (Fundación para la Educación Salud y Recuperación del Medio Ambiente). Es a una cuenta bancaria de esa instancia etérea donde se depositan las aportaciones de los alumnos, pero ahora no llegan a su destino final.
¿Y qué dice de todo esto el rector de la UPAV?
Se sabe que el pasado 30 de septiembre la gobernadora Rocío Nahle designó como rector de la UPAV (lo hace ella, porque “nadie puede firmar nada si no lo autoriza la gobernadora”) a Raúl Rendón Torres, pero a los pocos días de este anuncio se dio a conocer en medios de comunicación, que nadie con ese nombre está registrado en el Sistema Nacional de Profesionistas de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Rendón Torres asumió la titularidad de la UPAV en sustitución de Sergio Torres Mejía, quien sólo duró unos meses y fue removido luego de las protestas de estudiantes y reclamos por falta de pagos a los asesores solidarios.
Cuando la gobernadora Rocío Nahle fue cuestionada sobre los problemas que enfrentaba la UPAV, respondió que muy pronto “pondría orden” en esa institución. Pocos días después anunció el relevo en la rectoría, pero los problemas siguen sin solución.
Autoridades de la UPAV han dialogado con los “asesores solidarios” y les han explicado que no está en sus manos la disposición de recurso para el pago de su salario, pero se comprometieron a gestionar ante la fundación que administra las cuotas e inscripciones, de manera que pronto se cumpla con todo lo pendiente.
Firmaron una minuta, y se comprometieron a que, a más tardar el 14 de noviembre (el próximo viernes) habrán de cumplir con los pagos atrasados (ya más de seis meses) o de lo contrario docentes y administrativos habrán de tomar otras medidas.
Pero el problema no es sólo la falta de pagos (que ya es un asunto muy delicado). Resulta que hay estudiantes que pagaron puntualmente su inscripción y sus cuotas y que cursaron de manera regular sus estudios, pero ahora no reciben su título profesional.
Un tumor maligno ha ido creciendo en esa institución educativa que nació con los más nobles objetivos, pero que ahora se ha convertido en el botín de unos cuantos.
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Epílogo.
Siempre es el mismo pretexto: “se trata de un reordenamiento del parque vehicular”. *** Alguien le debería informar a la gobernadora que en septiembre del 2019 el entonces gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García emitió un Decreto para imponer un “programa de reordenamiento vehicular”. *** El proyecto de presupuesto 2026 prevé el canje de placas para vehículos particulares y transporte público en la entidad. Con esa medida se contempla obtener recursos por casi 11 mil millones de pesos, lo que representa el 6.2 por ciento del presupuesto estatal. *** Pero -cabe aclarar- “este no es un tema de dinero, ese no es el problema”. La propia gobernadora aclaró que su único fin es el reordenamiento: “hoy tú ves placas, unas que tienen franjas azules, otras con franjas cafés, unas que son completamente blancas y dicen ‘Veracruz’ todas”. *** Reveló que no se cuenta con una base de datos confiable, por lo que el gobierno estatal tendrá que realizar ese trabajo, lo que implica renovar la totalidad de las láminas, dijo el 14 de junio. *** El secretario de Finanzas debería buscar en los cajones. Seguro que ahí encuentra el padrón (la base de datos confiable) que se generó con la medida impuesta por “el más honesto de los gobernadores que ha tenido Veracruz” (dicho en múltiples ocasiones por Andrés Manuel López Obrador).
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