En esta semana se aprobaron los proyectos para ingresos y egresos de la federación, es decir, cuánto dinero se va a recaudar y en qué se va a destinar. En resumen, el gobierno federal prevé gastar 6 billones 295 mil 736 millones 200 mil pesos en las distintas áreas de las cuales es responsable, como seguridad, educación, salud, obra pública y, por supuesto, programas sociales.

Hay varios puntos que analizar aquí, para empezar, los destinos que el gobierno pretende para el dinero público. Es de resaltar que en ningún momento se incluyen medidas de apoyo para la reactivación económica de negocios o empresas que entraron en crisis por la pandemia, ni un solo párrafo mereció este importantísimo tema en las 137 hojas que conforman el documento. 

Tampoco se incluye especificación alguna de recursos destinados para la compra de la próxima vacuna, siendo este último uno de los pretextos para tomar 33 mil millones de pesos del Fondo de Salud para el Bienestar apenas hace un par de semanas.

Como lo adelanté en este mismo espacio hace poco más de un mes, la miscelánea fiscal no fue incluida, pues supondría un aumento al IEPS, es decir, podrían haber ocurrido ‘gasolinazos’ durante el 2021 y esto habría generado un costo político importante para MORENA en los próximos comicios nacionales, no obstante, después de las elecciones será “otro cantar”

Y hablando de elecciones, ¿a dónde está dirigido el dinero para el siguiente año? Como era de esperarse, hacia los programas sociales. Cabe aclarar que para que el mensaje del gobierno de que “todo va bien” siga vigente, se necesita dinero, mucho dinero. Como hemos visto en estas últimas semanas, ya no tienen, por eso es que ha habido varios recortes en el sector público, además de la reciente extinción de 109 fideicomisos. 

Incluso en este paquete para el 2021 les recortaron presupuesto a organismos autónomos, como la Suprema Corte de Justicia de la Nación; el Instituto Nacional Electoral; el Instituto de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, entre otros. Curioso que estos recortes los van a sufrir organismos que han sido incómodos para los planes del presidente.

Así pues, los programas sociales (que yo llamo clientelares por su función), como las becas “Benito Juárez”, las becas de “Jóvenes Construyendo el Futuro”, las becas para adultos mayores, más los apoyos a 91 municipios para que no se dediquen al llamado “huachicol” (robo de hidrocarburos), gozarán de gran parte del dinero proveniente de los recortes mencionados. Nada más 436 mil millones de pesos serán destinados a estos programas con tal de mantener el voto duro de MORENA, pues con los resultados que han tenido en este par de años, son votos que, sin duda, necesitan. 

Aquí la pregunta es: con tantos sectores afectados por la pandemia y las malas decisiones para enfrentarla, tanto en materia económica como sanitaria; con tantas familias afectadas por los desabastos en medicinas para niños con cáncer, personas con VIH y demás padecimientos que el gobierno dejó de apoyar; con la cancelación de estancias infantiles; con la extinción de los fideicomisos; con tantos hechos violentos y masacres que han quedado impunes, ¿les alcanzará con apostar por el voto duro de los programas sociales? Ya veremos…

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