Carney sonrió y dijo que en hockey nadie le ganaba a ellos, Trump repitió que en todo, y Sheinbaum mencionó que la selección mexicana llegaría más lejos que los otros anfitriones en el Mundial. Y ahí vino la apuesta de la que nadie (curiosamente) ha tenido noticia.
Los dos mandatarios y la presidenta acordaron apostar sobre el que alcance un mejor lugar en el torneo. De esta manera, el compromiso consiste en que aquel país que quede mejor posicionado será el encargado de anunciarlo públicamente, con algún tipo de broma respetuosa y sin referencias “de tipo comercial”.
El asunto es que Carney y Sheinbaum saben que si Trump gana, no será nada terso, pues llevaría la broma a niveles que podrían resultar ofensivos (cosa que no agradaría a más de uno), pues en estricto sentido, de los tres anfitriones, México es el que más historia tiene en el fútbol.
Hay quienes dicen que difícilmente la selección gringa acabará por abajo de México y Canadá, más aún estando Trump atento a todo lo que ocurra durante el Mundial, pero si Sheinbaum o Carney ganan, el magnate no tolerará frase alguna (propio de su inmadurez), y es capaz de vengarse o tomar revancha en otro terreno… como el comercial.
Veremos qué ocurre, y si de verdad ocurre.
X: @aaguirre_g |