Han sido varios golpes mediáticos los que el periodista Carlos Loret de Mola ha logrado acertar en contra de la corrupción dentro del gobierno de López Obrador, como el caso del hermano del presidente, Pío López Obrador y el reciente reportaje de los contratos de la empresa de su prima, Felipa Obrador. Así como estos, desde que se ejerce esta noble profesión, el periodismo ha logrado descubrir muchas verdades, sobre todo de quienes gobiernan, lo que ha provocado que los ciudadanos despierten y desarrollen un pensamiento crítico frente a quienes ostentan el poder.

Por ello, es importantísimo defender las libertades de prensa y de expresión, particularmente ante el régimen que más poder tiene después de los tiempos del Maximato. Con mayoría en ambas Cámaras legislativas y con la mayoría de los estados gobernados por el partido del presidente, se vuelve muy complicado hacer periodismo de investigación, por eso es que reportajes como los que Latinus, Reforma, El Universal y demás medios de comunicación han realizado, son para destacar.

¿Qué pasaría si cualquiera de los reportajes que medios locales y nacionales hacen para señalar los errores del gobierno no existieran? Si a pesar de estos señalamientos, la mayoría de funcionarios hacen de las suyas (mayormente de forma cínica), imagínense si nadie los vigilara… De allí la relevancia de quienes buscamos, a través de la investigación y la crítica, obligar a que los servidores públicos hagan su trabajo y eviten hacer uso indebido de su bastante amplio poder.

Es gracias a estos reportajes que varios actos de corrupción dentro del gobierno son detenidos o, por lo menos, conocidos. Como ejemplo reciente, PEMEX echó abajo contratos millonarios para Litoral Laboratorios Industriales, empresa perteneciente a Felipa Obrador, prima del presidente, gracias al trabajo de Loret. Sin este reportaje, muy probablemente dicha compañía habría recibido tres contratos para realizar el análisis de aguas, evaluación de ruido y caracterización de hidrocarburos y químicos en instalaciones de PEMEX Exploración y Producción, por la módica cantidad de 133 millones de pesos. Tal como pasó en el 2019, pero con la empresa Marinsa de México y por la cantidad de 231 millones de pesos.

Del mismo modo, es por investigaciones como La Estafa Maestra, La casa blanca de Peña Nieto, Las empresas fantasmas de Javier Duarte y demás trabajos periodísticos que la ciudadanía se entera de los desfalcos y actos corruptos de quienes nos gobiernan y que, además, se supone que están para evitar que eso suceda.

Así pues, el gobierno que más se ha empeñado en declarar que la corrupción ya se acabó, hoy enfrenta varias pruebas que demuestran lo contrario. Y todo gracias al periodismo.

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