En los últimos sexenios tuvimos remedos de gobernantes, simulaban preocuparse por el bienestar social, cuando menos en el discurso que calaba en todos los sectores de la población, la sociedad estaba a la expectativa de lo que se les prometía y esperaban una y otra vez  el cumplimiento de  tantas falaces promesas de campaña como candidatos y como gobernantes.

Hoy tenemos un gobernante en el mismo tenor, otra vez remedos de gobiernos, en lo local en varios estados de la república y lo peor en el ámbito federal, que bajo el discurso de derrocar a la mafia del poder y erradicar la corrupción se enquistaron en los palacios de gobierno y legislativos, atrás quedo la promesa de campaña, resulto que la mafia del poder no existía y que la corrupción se está perfeccionando, al menos con el nepotismo lo están demostrando en el estado de Veracruz, contratando familiares de manera camuflajeada en puestos claves de la administración local y que para el caso del ámbito nacional, sin licitar se están otorgando contratos de obra a los amigos de ya saben quién.

Ninguna de las promesas de campaña se han hecho realidad para que la gente salga a festejar en plazas públicas y tirando el sombrero al aire, lo que si se ve de manera preocupante es como la mayoría desde temprana hora preferimos estar en nuestras casas para no ser víctima de una bala perdida o encontrada por los sicarios que andan como pancho por la milpa, sin temor a las autoridades encargados de nuestra seguridad personal.

El presidente de la república y los legisladores pueden proponer la derogación, adición y reforma de las leyes que dijeron la mafia del poder realizo durante su mandato, para efectos de bajar el precio de la gasolina, diésel, gas y otros productos que prometieron a la incauta sociedad, pero que sin embargo ahora que son gobierno se han dado cuenta que el asunto no es cosa menor y que al parecer no se crearon leyes para perjuicio sin ton ni son, hablar es una cosa, hacer es diferente.

Lo cierto es que la nueva clase gobernante, ha creado más decepción que aceptación, el asunto es que va a la baja en preferencias, al menos así se vio en la últimas elecciones locales donde por si solo el partido en el poder (morena) no obtiene el triunfo, solo con el beneficio del voto obtenido por sus aliados, se le permitieron obtener  triunfo en algunos casos.

Todos los días en por lo menos a diez personas que atiendo, me confiesan repudiar a la nueva clase gobernante y de los que otorgaron su voto, el arrepentimiento de haberlo hecho, para los hombres que se creen salvadores de la patria eso les debería preocupar e iniciar a trabajar en serio para dar mejores resultados, sin embargo los veo muy soberbios desafiando a quien se les pone enfrente, creyéndosela de verdad sin considerar que el poder es efímero y de un momento a otro la vida les puede cambiar. ¿Qué no?

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